Metales pesados en nuestro cuerpo

Metales Pesados, ¿Qué provocan en nuestro cuerpo?

Los metales pesados, que pueden resultarnos tóxicos, están prácticamente en todas partes, y estamos en contacto con ellos todos los días.

¿Dónde entramos en contacto con los metales pesados?

Como antes dije, estamos todos los día en contacto con ellos, y sin entrar en la obsesión, conviene saber donde podemos encontrarlos y esto es:

  • en el humo del tabaco, fumemos o no,
  • en las latas , intenta buscar conservas que vengan en cristal
  • en el papel de albal,
  • en las pilas y baterías de los móviles,
  • en las bombillas de bajo consumo, estas bombillas que tan alegremente nos han vendido como buenas a todos contienen gran cantidad de mercurio, si por un casual se te rompiese una, sal corriendo de la habitación y cierra la puerta, entra con la boca y nariz tapados y abre la ventana, espera una media hora y recógela con guantes metiéndola en una bolsa que después tirarás a la basura. (Procura que los niños no estén cerca)
  • en los utensilios metálicos,
  • en la pintura
  • e incluso en los alimentos que comemos; a través de los pesticidas y herbicidas o en los pescados de mar de cierto peso (como el salmón y el atún que absorben los metales pesados presentes en el mar por culpa del exceso de contaminación).
  • en las amalgamas de las caries que antiguamente se hacían de mercurio.

Y como resultado, la mayoría de nosotros llevamos diferentes cantidades de metales pesados en el cuerpo, y algunos de ellos, han estado con nosotros durante casi toda nuestra vida, escondiéndose en el interior de los tejidos de nuestro cuerpo.

Efectos de los metales pesados en nuestro cuerpo

En contra de los que pudíeramos pensar, son los metales pesados que más tiempo llevan con nosotros los que presentan la mayor amenaza, ya que con el tiempo, tienden a oxidarse, causando daño al tejido de alrededor y favoreciendo la inflamación de la zona circundante a donde están alojados.

Envenenan nuestros cuerpos, y pueden causar daños a prácticamente todos los sistemas y órganos, incluyendo el cerebro, el hígado, el sistema digestivo, y otras partes de nuestro sistema nervioso.

Estos metales pesados, sobrecargan nuestro sistema inmunológico, dejándonos vulnerables a una gran variedad de enfermedades.

Pero además de esto, también se comportan como una neurotoxina.

Las neurotoxinas, son venenos que interrumpen la función nerviosa y confunden al sistema inmune. Las causadas por los metales pesados, pueden inflamar e irritar el sistema nervioso central (especialmente el cerebro), causando varios síntomas tales como pérdida de memoria, confusión mental, fatiga y depresión.

Los metales pesados, causan inflamación en el tracto digestivo, contribuyendo a empeorar y ampliar la permeabilidad intestinal y liberando venenos en nuestro intestino.

Y por si esto, no fuera lo suficientemente malo, los metales pesados, sirven además como fuente de alimento para los virus, bacterias, parásitos y otros patógenos en nuestro cuerpo.

Se sabe que tanto el Streptococcus A o B, la E. coli, el C. difficile, el Helicobacter pylori, y la cándida, se alimentan de metales pesados, de hecho una de las cosas más importantes a tener en cuenta en un tratamiento contra la cándida es que hay que quelar el mercurio, porque cuando matamos a la cándida libera todo el que se comió y puede haber una intoxicación por mercurio, como consecuencia de este tratamiento y la mayoría de las veces, las personas que están siguiendo un tratamiento contra la cándida, piensan que no ha funcionado porque se sienten peor.

Esta capacidad de alimentar a cierros tipos de patógenos, puede crear un crecimiento excesivo de múltiples bacterias en nuestro intestino, resultando en una condición conocida como sobrecrecimiento bacteriano (SIBO), que se caracteriza por hinchazón, dolor abdominal, diarrea, estreñimiento (o ambos), y puede conducir a deficiencias de nutrientes y produce apertura de la pared intestinal (intestino permeable)

Además, cuando ciertos virus como el Epstein-Barr y el herpes zóster se alimentan de metales pesados, se pueden producir síntomas como:

  • hormigueo,
  • entumecimiento,
  • fatiga,
  • ansiedad,
  • palpitaciones del corazón,
  • zumbido en los oídos,
  • mareos y vértigo,
  • dolor de cuello, rodillas,
  • dolor en el pie,
  • dolor en la parte posterior de la cabeza,
  • y una variedad de otros dolores y molestias que a menudo se atribuyen a otras causas.

¿Cómo eliminar los metales pesados?

Es prácticamente imposible no tomar en una cierta cantidad de estos metales pesados, en los tiempos que vivimos, por lo que empieza a ser importante, dedicar al menos, una vez al año, para un tratamiento de quelación de metales pesados, de manera que podamos evitar que nos causen algún problema de salud.

Afortunadamente, es relativamente simple eliminar estos metales, siempre que sepamos que plantas debemos tomar, es por ello, que os voy a dar una serie ellas que nos van a ayudar:

La espirulina: Esta alga verdi-azul, extrae metales pesados del cerebro, el sistema nervioso central y el hígado.

Chlorella: se ha comprobado que se une a los metales pesados del cuerpo y ayuda a u eliminación, además bloquea la reabsorción de los mismos por parte del sistema digestivo.

Verde de Cebada: esta hierba es capaz de extraer los metales pesados del bazo, el tracto intestinal, el páncreas, la tiroides, y el sistema reproductivo. Es ideal para mezclar con la espirulina y la chlorella.

Cilantro: se ha comprobado que esta hierba es capaz de encontrar los metales que más tiempo llevan en el cuerpo y más escondidos están.

Zeolita: la zeolita no solo elimina los metales pesados, sino que los atrae y encapsula de tal manera que mientras los saca del cuerpo no puedan dañarnos. Y además alcaliniza el organismo.

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