¿Por qué estoy siempre tan cansad@?

La pregunta que más me hacéis en consulta suele ser: ¿Por qué estoy tan cansado?, ¿Por qué me despierto como si no hubiera dormido? Y la que más os angustia: ¿Por qué los médicos me dicen que no me pasa nada, que todo está bien?

Bien, la mayoría de nosotros sabemos que dormir es importante y necesario para estar a la mañana siguiente cargados de energía y sentirnos bien para poder enfrentar los retos de cada día. Pero el sentirse con energía tiene que ver con muchas más cosas que el poder dormir nuestras reparadoras 8 horas.

Cosas como nuestra dieta, nuestro equilibrio hormonal, nuestras rutinas, el estrés, el sedentarismo y como afrontamos la vida tienen igual de importancia que el dormir bien.

Si estás durmiendo tus 8 horas diarias y todavía te sientes agotad@, es, efectivamente un indicador de que algo no anda bien. Pero, no siempre tiene que ser algo horrible, hay una serie de causas, bastante desconocidas, y fáciles de remediar; de por qué nuestro sueño no está siendo reparador.

Vamos a repasar en este artículo las más habituales y como remediarlas.

Motivos principales para estar cansado

1.Sueño de mala calidad

Sueño de mala calidad

La mayoría de los adultos necesitamos dormir 7 y 9 horas de sueño de manera constante, todas y cada una de las noches, para sentirnos mejor.

Hay una serie de factores que hacen que no descansemos como deberiamos como son:

  • una dieta pobre
  • el estrés
  • quedarse hasta tarde
  • beber alcohol
  • ciertos medicamentos o suplementos
  • estado de ánimo o desequilibrio hormonal
  • trauma o abuso
  • fatiga suprarrenal
  • dolor crónico
  • reflujo ácido, trastornos digestivos
  • vida familiar normal: bebés, niños, etc.
  • apnea del sueño

Seguramente ya sabes que necesitas dormir para evitar sentirte como si siempre estuvieras cansado, pero te sorprendará saber que la falta de sueño con el tiempo, puede acumularse dañar tu salud y tu estado de ánimo.

Formas naturales para dormir rápido y descansar:

  • Practica técnicas de relajación que te ayuden a relajarte y quedarte dormido.
  • Toma un baño de sal de Epsom para calmar los músculos y relajar la mente. (No mas de 15 minutos)
  • Toma suplementos de magnesio (entre 300 a 400 miligramos) antes de dormir, promueven la relajación y alivian el dolor muscular.
  • Use aceites esenciales como lavanda o incienso.
  • Evita las comidas azucaradas y con alto contenido de carbohidratos antes de acostarte, ya que pueden disparar los niveles de azúcar y mantenerte despierto.
  • Limita la cafeína a pequeñas cantidades durante las horas de la mañana, o al menos para de tomarla después del mediodía.
  • Apaga todos los dispositivos electrónicos dos horas o más antes de acostarte para evitar la exposición a la luz azul, que puede alterar los niveles de melatonina y dificultar el sueño.
  • Usa melatonina media hora antes de acostarte.

2. Una dieta deficiente

Una dieta deficiente

Parece que los naturópatas todo lo arreglamos con la dieta y que en cuanto empezamos a modificarla hay muchos malestares que parecen mejorar. Esto no es por casualidad, somos lo que comimos hace 30 días y es por esto que nuestra dieta afecta muchas más cosas de las que jamás imaginaríamos:

-las hormonas, pudiendo desequilibrarlas

-los neurotransmisores, haciendonos propensos a la ansiedad o a la depresion

-Nuestro ciclos de sueño, que nos dificultaría dormir lo suficiente

-el estado animico, nuestra forma de ver la vida, la motivación y mucho más

Uno de las causas de estar siempre agotados por culpa de una mala dieta, es consumir demasiados carbohidratos refinados, exceso de granos y alimentos azucarados.

Los alimentos azucarados alteran nuestras energia, ya que generan altos picos de azucar en sangre, con la conseiguiente respuesta del pancreas que provoca continuas bajadas de azucar, creando así una especie de montaña rusa de energía.

La harina procesada y refinada, que son los llamados “carbohidratos simples” e ingrediente principal de la bollería industrial, actúa de manera muy similar al azúcar en el cuerpo. Conducen a fluctuaciones en el azúcar en la sangre, cambios de humor, cambios hormonales y antojos de alimentos.

El exceso de cafeína, además de causar ansiedad puede impedir el que tengamos un buen descanso. La cafeína, puede permanecer en nuestro cuerpo hasta seis horas, por lo que deberíamos evitar su consumo a partir del mediodía.

El alcohol: si bien es verdad que nos ayuda a quedarnos dormidos, interfiere con el sueño REM, que es un estado profundo que el cuerpo necesita para sentirse descansado al día siguiente. También puede aumentar la ansiedad y dificultar el manejo del estrés.

Para llevar una dieta adecuada que nos permita sentirnos descansados, debemos tomar:

-Alimentos ricos en vitaminas B: carne, pescado, huevos, aves de corral y todo tipo de vegetales de hoja verde.

-Alimentos ricos en calcio, magnesio, selenio y zinc, que pueden ayudarnos a manejar el estrés y dormir mejor, como los lácteos no pasteurizados, aguacates, salmón, vegetales verdes, nueces y semillas.

-Alimentos ricos en omegas: como el pescado azul, semillas, aceite de coco y de oliva, aguacates y nueces, nos ayudan a equilibrar las hormonas y el estado de ánimo, ayudándonos a dormir mejor, combatir la depresión, el estrés y los problemas de tiroides o suprarrenales.

3. No estar bebiendo suficiente agua

No estar bebiendo suficiente agua

Lo insisto mucho, la mayoría de nosotros, estamos deshidratados. Cuando sentimos la sed, nuestro cuerpo ya está deshidratado.

La causa más común de deshidratación es no beber suficiente agua o sustituir la ingesta de agua por refrescos o zumos comerciales. Esto es un tremendo error, ya que no solo estamos aumentando nuestro niveles de azúcar en sangre, sino que nuestras células no tienen suficiente agua para funcionar correctamente.

Creemos que necesitamos más agua cuando hacemos ejercicio, hemos tenido vómitos, diarrea o sudoración por causa del alguna enfermedad, nos exponemos al sol o subimos actitudes más altas pero el beber refrescos a todas horas, la menstruación, el estrés o tener problemas intestinales también nos deshidrata.

Los electrolitos, con los que tanto os insisto, son compuestos de iones que ayudan al cuerpo a conseguir energía a través de la generar electricidad y esto es lo que mantiene a nuestras células y órganos en funcionamiento. Algunas partes del cuerpo que están más “conectadas eléctricamente” y requieren ,más cantidad de electrolitos y agua son: el cerebro, el corazón, el sistema nervioso y los músculos.

La deshidratación afecta a la viscosidad (grosor) de la sangre y la cantidad y fuerza con la que nuestro corazón debe latir cada minuto, ya que trata de llevar oxígeno a todas sus células. Cuando estamos deshidratados, el corazón envía oxígeno y nutrientes a tu cerebro, músculos y órganos a un ritmo más lento; Como consecuencia de esto, nos sentimos cansados, con niebla mental, debilidad muscular, aletargados y nos cuesta concentrarnos.

Si sospechamos que nuestro cansancio viene por culpa de la falta de agua empezaremos a concienciarnos de beber al menos 8 vasos de líquido al día, pero además empezaremos a incluir en nuestra dieta alimentos ricos en electrolitos como mi queridísima agua de coco, apio, sandía, melones y cantalupos, pepinos, kiwis, piñas y cítricos en general y zanahorias.

4. Un Estilo de vida sedentario

Un Estilo de vida sedentario

En los tiempos de hoy en día, es muy común que muchas personas desarrollen un estilo de vida sedentario.

Sentarse todo el día es muy duro para nuestro cuerpo y con frecuencia causa dolor en el cuello, rigidez, dolor de espalda y dolores de cabeza crónicos, además de fatiga, haciéndonos sentir que siempre estamos cansado.

Nuestro cuerpo fue hecho para moverse, por lo que cuando no realizamos actividades regulares, experimentamos problemas de humor, lentitud, cansancio y aumento de peso.

El ejercicio regular ayuda a equilibrar las hormonas, mejorar la resistencia a la insulina, aumentar la microcirculación y dormir mejor, todo ellos, primordial para combatir la falta de energía.

El ejercicio hace maravillas en el cuerpo al liberar endorfinas, aumentar su resistencia y elevar su estado de ánimo. Además de aumentar el tono muscular y ayudar a quemar grasas no saludables.

Se ha comprobado, que las personas sedentarias que comienzan a hacer ejercicio ligero durante seis semanas, solo tres días a la semana durante unos 20 minutos, aumentan sus niveles de energía.

Algunas ideas:

  • Trabaja sentado en una pelota de pilates, te mantendrá la espalda más recta y compromete el núcleo sin ejercer demasiada tensión en las caderas y las piernas.
  • Toma descansos para «caminar» alrededor de tu edificio de oficinas durante 15 minutos.
  • Planifica actividades regulares al aire libre o haz ejercicio justo antes o después del trabajo. .
  • Tómate descansos por cada hora de trabajo y haz estiramiento de 5 minutos.
  • Hay aplicaciones para el móvil con planes de ejercicios de solo 10 o 15 minutos diarios muy útiles, te invito a buscar una que se adapte a tu gusto y necesidades.

5. Estrés emocional

estres emocional

El estrés emocional puede afectar enormemente tus niveles de energía, especialmente cuando el estrés progresa hasta el punto de un trastorno de ansiedad o un problema relacionado con el sueño.

Los trastornos de ansiedad son causados ​​por un conjunto complejo de factores, entre los que se incluyen, un desequilibrio en la química cerebral, mala dieta y malos hábitos de vida y una mala salud intestinal. También es muy común que alguien con ansiedad tenga alguna forma de depresión, y viceversa, por lo tanto, los niveles de energía pueden sufrir aún más.

Para combatir el estrés emocional, debemos centrarnos en:

  • ajustar nuestra dieta,
  • dormir mucho,
  • hacer ejercicio
  • evitar los estimulante
  • considerar el buscar ayuda profesional
  • Usar aceites esenciales,
  • Tomar hierbas adaptógenas y suplementos como magnesio, triptófano y vitaminas B que respalden la capacidad para lidiar con el estrés.
  • Los probióticos también suelen ser una buena idea.

6. Depresión

Depresión

La depresión es uno de los trastornos mentales más comunes y destructores de energía. La causa de la misma puede estar provocada por múltiples factores o varios de ellos a la vez. Entre los que se encuentran:

  • altos niveles de estrés
  • problemas emocionales sin resolver
  • desequilibrios en los neurotransmisores
  • desequilibrios hormonales
  • alcohol
  • deficiencias nutricionales
  • falta de luz solar
  • toxicidad de metales pesados
  • alergias a los alimentos

Uno de los síntomas más grandes y difíciles de tratar con respecto a la depresión es la falta de energía y baja motivación. Afortunadamente, los cambios en la dieta pueden ayudar a aliviar la depresión.

Esto se debe a que los alimentos pueden afectar significativamente nuestro estado de ánimo a través de las acciones de los neurotransmisores en nuestro cerebro.

Una dieta encaminada a aumentar nuestra capacidad de producir «hormonas para sentirnos bien» pasaria por:

-Reducir drásticamente el consumo de alimentos procesados y refinados, comidas rápidas, alimentos azucarados, grandes cantidades de carbohidratos simples, cafeína y alcohol.

-Aumenta la ingesta de proteínas, vegetales, grasas saludables como los ácidos grasos omega-3, productos de coco y otros alimentos integrales que conforman una dieta curativa.

-Hacer ejercicio, técnicas de relajación y utilizar aceites esenciales. Los aceites esenciales, son una forma totalmente natural y rentable de mejorar el estado de ánimo.

Prueba aceites esenciales de rosa, bergamota, lavanda, manzanilla romana y ylang ylang, que han demostrado ayudar a elevar el estado de ánimo de muchas personas que sufren de depresión y ansiedad.

7. Síndrome de intestino permeable

 Síndrome de intestino permeable

El síndrome del intestino permeable es una condición en la cual el tracto digestivo se daña y comienzan a desarrollarse pequeños agujeros en el revestimiento intestinal. Las partículas pequeñas que normalmente no pueden atravesar la pared intestinal comienzan a filtrarse en el torrente sanguíneo. Cuando alguien tiene síndrome de intestino permeable, algunas de las cosas que pueden pasar a través del revestimiento intestinal incluyen proteínas como el gluten, bacterias malas y partículas de alimentos no digeridos.

Los síntomas del síndrome del intestino permeable incluyen:

  • sensación de cansancio
  • problemas digestivos como calambres, hinchazón o diarrea
  • irritaciones y erupciones cutáneas
  • dificultad para concentrarse y aprender
  • dolor muscular y articular
  • dolores de cabeza
  • aumento de peso
  • cambios de humor

Entre las causas del síndrome de intestino permeable encontramos:

  • Prescripción médica de antibióticos
  • Consumir alimentos ricos en fitatos y lectinas
  • Alimentos transgénicos
  • alimentos procesados, azúcares refinados agregados, jarabe de maíz alto en fructosa
  • enfermedad de tiroides
  • condiciones autoinmunes

Si hablamos de niveles de energía, el intestino permeable es problemático porque puede provocar una mala absorción de nutrientes que acorta el suministro funcional de vitaminas y minerales esenciales de su cuerpo.

Por ejemplo, las vitaminas B son cruciales para la producción de energía porque son responsables de convertir los compuestos básicos que se encuentran en los alimentos que consumimos, como glucosa, aminoácidos y ácidos grasos, en «combustible» utilizable para el cuerpo. Los niveles de hierro y zinc (nutrientes importantes para la circulación de oxígeno por todo el cuerpo) también pueden disminuir debido a la filtración intestinal.

Para resolver eficazmente el síndrome del intestino permeable, también deberemos modificar nuestra dieta y ciertos factores de estilo de vida:

La solución para curar el intestino permeable incluye eliminar alimentos y factores que dañan el intestino (como el gluten y el azúcar), reemplazarlos con varios alimentos curativos, como alimentos fermentados, caldo de huesos, granos germinados, semillas y nueces, fuentes saludables de proteínas, verduras y muchas grasas saludables.

También habría que considerar tomar suplementos que ayuden a mejorar la salud intestinal como probióticos, L-glutamina, enzimas pancreáticas y quercetina.

Asegúrate de corregir cualquier deficiencia de nutrientes al incluir muchos alimentos integrales que suministren zinc, hierro y vitaminas del grupo B.

8. Anemia

anemia

La anemia es una afección en la que la persona tiene un nivel de glóbulos rojos inferior al normal. Esta relacionada con un bajo suministro de oxígeno que llega a las células y tejidos de todo el cuerpo.

Los síntomas de anemia incluyen:

  • sentir que siempre estás cansado
  • huesos y músculos débiles
  • dificultad para hacer ejercicio
  • ser incapaz de concentrarse

Y en casos extremos:

  • cansancio, desmayo
  • falta de aliento
  • ataque al corazón, angina de pecho
  • disfunción del bazo
  • problemas digestivos
  • piel amarillenta

La anemia ocurre cuando hay un problema con los glóbulos rojos que producen hemoglobina, una proteína que transporta oxígeno por todo el cuerpo, especialmente al cerebro, donde es muy necesario.

Está conectado a niveles insuficientes de hierro en la sangre, además de niveles bajos de vitamina B12 y ácido fólico. También puede ser causada por una pérdida de sangre o una dieta que es demasiado baja en esos nutrientes esenciales y, por lo tanto, dificulta la capacidad del cuerpo para producir suficiente hemoglobina.

Los síntomas de anemia pueden reducirse enormemente al mejorar su dieta e incluir muchos alimentos ricos en hierro, vitamina B12 y ácido fólico. Éstos incluyen:

  • Hígado (de res, pollo, etc.) que es extremadamente rico en hierro y vitaminas del grupo B.
  • Melaza negra, que es un edulcorante natural saludable con alto contenido de hierro.
  • La levadura de cerveza, o levadura nutricional, que están cargada de vitaminas del grupo B y tiene un sabor similar al queso pero en realidad no contiene lácteos.
  • Alimentos ricos en vitamina C que ayudan con la absorción de hierro, como las frutas cítricas y las verduras crucíferas como el brócoli o la coliflor.
  • Vegetales de hoja verde que tienen una cantidad significativa de hierro y ácido fólico.

9.Síndrome de fatiga crónica

Síndrome de fatiga crónica

Las glándulas suprarrenales son glándulas endocrinas extremadamente importantes que liberan más de 50 hormonas diferentes, incluidas las hormonas reguladoras de la energía cortisol y adrenalina.

Cuando abusamos de ellas, debido a sucesivos acontecimientos estresantes, pueden llegar a debilitarse comenzando a funcionar mal y generando el llamado síndrome de fatiga crónica.

Los síntomas de que nuestras suprarrenales no están funcionando como debrian incluyen:

  • fatiga que no desaparece incluso después de dormir bien
  • dificultad para conciliar el sueño y quedarse dormido toda la noche
  • dolor muscular y articular
  • rigidez
  • dolores de cabeza
  • enfermarse con frecuencia, como dolor de garganta, resfriado o síntomas parecidos a la gripe
  • aumento de peso
  • problemas digestivos como estreñimiento o calambres
  • confusión mental
  • dificultad para concentrarse y recordar cosas claramente
  • sentirse nervioso o acelerado.

Hay muchas causas potenciales de fatiga suprarrenal entre las que encontramos:

  • eventos familiares estresantes
  • toxinas ambientales y contaminación
  • estrés crónico debido a las finanzas o una situación laboral desfavorable
  • trauma emocional y/o abuso
  • la falta de sueño
  • ejercicio excesivo
  • abuso de drogas y alcohol
  • dieta pobre
  • disfunción pituitaria
  • inmunidad deficiente, incluido un bajo recuento de «células asesinas» naturales
  • deficiencias hormonales
  • infecciones frecuentes
  • crecimiento excesivo de levadura

Entre los remedios naturales que podemos aplicar para mejorar este probblema encontramos:

  • Cambia la dieta evitando la cafeína, el exceso de azúcar y carbohidratos, aceites hidrogenados, alimentos procesados y envasados.
  • Consume grasas saludables, proteínas y muchas verduras frescas que equilibren las hormonas.
  • Las hierbas adaptógenas también pueden ser extremadamente útiles para ayudar con la fatiga suprarrenal y crónica, ayudan a equilibrar las hormonas y a reducir la respuesta al estrés del cuerpo, pueden ayudar a mejorar los niveles de cortisol, la sensibilidad a la insulina y mejorar la energía. Entre ellos están la ashwaganda, la albahaca sagrada y la raíz de maca.
  • Añade a tu dieta nutrientes como aceites de pescado omega-3, magnesio, vitamina B5, vitamina B12, vitamina C, vitamina D3 y zinc.
  • Limita el estrés haciendo ejercicio regularmente de manera saludable,
  • Duerme lo suficiente
  • Practica técnicas de relajación.

10. Desequilibrio de azúcar en la sangre

Desequilibrio de azúcar en la sangre

Hay mucha gente cuyo cansancio se debe a un desequilibrio de azúcar en la sangre, con el tiempo, este problema conduce al síndrome metabólico o la diabetes tipo 2.

Pero, ¿como sabemos que nuestro cansancio se debe a este problema?, pues porque además del cansancio, hay otra serie de síntomas que incluyen:

  • antojos de alimentos
  • dolores de cabeza
  • mal humor
  • ansiedad

Las causas de este problema, además de un problema médico como pueda ser la diabetes tipo 1 o 2, pueden ser:

  • una mala dieta rica en alimentos procesados, azúcares agregados y carbohidratos simples
  • una función pancreática disminuida
  • parásitos
  • candida

Para volver a controlar los niveles de azúcar en la sangre, debes reducir o incluso eliminar por completo, todas las fuentes de azúcar refinada de tu dieta. Éstos incluyen:

  • Todas las bebidas azucaradas, como todos los refrescos, jugos de frutas, bebidas energéticas y bebidas azucaradas de café o té.
  • Bollería industrial como todas las galletas, pasteles, cereales y dulces.
  • Considere reducir o eliminar los granos, especialmente los granos que contienen gluten como los productos de trigo (incluido el integral. Contienen grandes cantidades de carbohidratos que se descomponen en azúcar a los pocos minutos de consumo. Pueden causar inflamación intestinal que afecta a hormonas como el cortisol y la leptina, dejándote débil y cansado.
  • La leche de vaca y los productos lácteos convencionales (no orgánicos y pasteurizados) también deben eliminarse.

11.El Higado

El Higado

Sobre todo si es en los cambios de otoño y primavera cuando se aumenta el cansancio, la mal llamada astenia primaveral y la depresión postvacacional, es el hígado el que está avisándonos de que esta un poco cansado.

Es el encargado de filtrar toda nuestra sangre y de repartir multitud de nutrientes a parte de fabricar muchas enzimas necesarias.

Para distinguir si es el hígado el causante del problema tendremos otros síntomas como son que nos despertemos una o varias veces de 3 a 5 de la mañana o unas increíbles ganas de dormir o de tumbarnos de 3 a 5 de la tarde que son las horas de máxima y mínima actividad del mismo.

Para solucionarlo tomaremos alguna planta que ayude a mejorar nuestro hígado, como puede ser el cardo mariano, el desmodio, el rábano negro, el reishi o alguna combinación de plantas ya preparada en el mercado para ello. También deberemos cambiar la alimentación evitando grasas tanto buenas como malas en la mañana, retirando lácteos, alcohol, bollería industrial, cordero, cerdo, queso curado y limitando el consumo de huevos.

12. Problemas de tiroides

Entre la variedad de síntomas que incluye un problema en la tiroides, encontramos el cansancio. Otros de su síntomas incluirían:

  • mal humor
  • dolor muscular y articular
  • aumento o pérdida de peso
  • problemas de la vista
  • bajo rendimiento laboral
  • cambios en la temperatura corporal
  • cambios en el apetito

El cansancio que provoca un problema en la tiroides, es derivado de las funciones de esta glándula encargada de secretar hormonas, que de una forma u otra afecta a casi todas las funciones corporales. La tiroides es responsable de regular la temperatura corporal, la frecuencia cardíaca, la producción de proteínas y también ayuda a controlar la tasa metabólica y los niveles de energía.

Entre las múltiples causas que pueden provocar un problema en la tiroides podemos encontrar:

  • Desequilibrios hormonales causados por el estrés y la dieta.
  • Intolerancias alimentarias a cosas como el gluten y los lácteos.
  • Radiación y exposición a toxicidad
  • Una deficiencia nutricional en yodo y/o selenio

Si sospechas que puedes tener un problema de tiroides, debes acudir al médico, pero además hay una serie de cambios a realizar en tu cuerpo que podrían ayudarte a deshacerte del cansancio:

  • Evita el gluten y los lácteos .
  • Evita las toxinas y los metales pesados como el BPA, que se encuentra en botellas de plástico y latas de aluminio.
  • Controla tus niveles de yodo y selenio e incluye más fuentes de alimentos de ambos, o toma suplementos si es necesario.
  • Desintoxica tu cuerpo de metales pesados mediante el uso de productos como el cardo mariano, la cúrcuma, la clorella y el cilantro, además de considerar quitar los empastes metálicos de tus dientes.
  • Consume hierbas adaptógenas y superalimentos como el polvo de maca, ashwagandha y tulsi.
  • Ajusta tu dieta para ingerir menos carbohidratos, incluye muchas proteínas magras y fuentes de grasas saludables (especialmente alimentos como el aceite de coco, aguacate, carne ecológica, pescado salvaje, chía, semillas de lino y semillas de cáñamo).
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